Desde la época del Imperio Romano, el concreto ha simbolizado y dado a luz a la civilización. Este bloque de construcción de la modernidad se originó en el Medio Oriente y fue perfeccionado por ingenieros romanos.
El cemento Portland a permanecido con la civilización moderna desde entonces, construyendo rascacielos, puentes, carreteras y casas.
A medida que el mundo en 2019 espera un futuro más eficiente y respetuoso con el medio ambiente, los defensores de las alternativas al concreto han dado un paso al frente, sugiriendo que su nuevo material puede y eventualmente reemplazará a este elemento básico.
¿Alguna vez se reemplazará el concreto? Todo es posible, aunque es probable que el concreto siga siendo la opción principal para la construcción durante al menos décadas. Sin embargo, estas alternativas deben entenderse y evaluarse como la tendencia de la industria de la construcción hacia la eficiencia y la economía. Aquí hay tres alternativas realistas al concreto que probablemente verán algún tipo de implementación a gran escala a finales de este siglo.
Hueso Artificial
Tan sombría como sugiere la imagen mental inicial, algunos expertos consideran que el hueso artificial es una alternativa realista al concreto. Dado que el acero y el concreto representan una décima parte de las emisiones de carbono en todo el mundo.
A medida que estos entornos urbanos luchan por proporcionar espacio a los residentes, el único camino a seguir es hacia arriba. Una posibilidad es la perspectiva del hueso artificial como reemplazo del concreto, diseñado para autocurarse y resistir la erosión y el daño. El hueso artificial bien podría estar presente en los horizontes urbanos de finales del siglo XXI.
Ferrock
Gracias a su descubrimiento accidental, los expertos citan con frecuencia el “Ferrock” de carbono negativo del químico David Stone como una alternativa al concreto. Compuesto principalmente de polvo de hierro y sílice, los cuales se pueden obtener a través del reciclaje, Ferrock se endurece cuando se expone a altas concentraciones de dióxido de carbono, que absorbe y atrapa.
Si bien el material aún se encuentra en su fase de desarrollo, se informa que es 5 veces más resistente que el concreto convencional, mientras que técnicamente está hecho de vidrio triturado (sílice).
Estas alternativas ofrecen interesantes oportunidades para un futuro sostenible y respetuoso con el medio ambiente, aunque probablemente sea un futuro lejano. Si bien se están agrupando recursos significativos en la investigación y el desarrollo de estas alternativas, es poco probable que el concreto sea reemplazado como la opción número uno de las empresas constructoras en un futuro cercano.