Los materiales convencionales siguen siendo la base de la construcción por su disponibilidad, facilidad de uso, herramientas asociadas (hormigoneras, elevadores, vibradores eléctricos y herramientas de corte) y sus técnicas depuradas.
Para saber cómo funcionan, es importante conocer esas características principales que los hacen únicos y que al mismo tiempo los distinguen entre sí.
Cemento
Conocido comúnmente como cemento Portland, fue creado por el británico Joseph Aspdin y es sin duda el material más utilizado para crear otros compuestos. Existe una gran variedad de cementos para distintos propósitos, ya que son conglomerantes hidráulicos que mezclados con agua dan como resultado productos que se endurecen y fraguan.
Para producir una reacción química que genere una masa flexible que se adhiera, se hace necesaria la adición de agua a la mezcla. Es importante entender que dicha reacción no está condicionada por la cantidad de líquido agregado. Lo que se obtiene es un compuesto hidratado, firme y sólido que puede lidiar con las condiciones climáticas y elementos come el agua y el aire.
Dado que contiene silicato de calcio hidratado, este elemento le confiere esas propiedades adhesivas durante la mezcla. Una vez que es hidatrado de forma apropiada, puede usarse de distintas maneras y como parte integral de una estructura. Sus usos habituales son los cimientos, calzadas y en paredes de bloques o ladrillos.
Concreto
La obtención del concreto parte de utilizar un aglomerante, que por lo general es cemento Portland, agua y fragmentos de agregados. Éstos últimos son elementos áridos que presentan un diámetro promedio y que se catalogan como arena fina o gruesa, gravilla y grava. Las variaciones en esta mezcla es lo que modificará las propiedades mecánicas y de aplicación del material.
En materia de construcción, la mezcla de cemento, agua y arena se ha denominado como mortero. Para lograr un producto más estable, resistente y duradero, hace falta un agregado con dimensiones similares a piedras pequeñas o un poco más grandes. Dependiendo de estos factores, el concreto será utilizado para los distintos elementos estructurales que conforman una determinada obra.
Hormigón
Además de su denominación en función de la geografía, la diferencia entre hormigón y concreto está relacionada con sus proporciones y modos de empleo. Sus elementos siguen siendo los mismos, salvo por las distintas técnicas que se puedan utilizar durante el proceso. Dependiendo de la densidad de sus elementos, el hormigón puede ser ligero, normal o pesado.
Otro aspecto importante con respecto a esta diferencia, es la utilización de aditivos en una proporción menor al 1% del total de la masa total de este compuesto. Estas sustancias pueden acelerar, retardar o colorear el fraguado. Al igual que con el concreto, se le puede añadir fibras, fluidificantes, impermeabilizantes, plastificantes, hidrófugos, entre otros.
Una de sus principales características es que puede aguantar de forma efectiva los efectos de la compresión y de tensión una vez sólido. El problema es que para estructuras de mayor envergadura, necesita ser reforzado para poder soportar otras cargas mecánicas, como la tracción y la flexión. De ahí que se le incorporen estructuras internas para hacerlo más estable.